El verano se extiende
A medida que se acerca el verano, las plantas herbáceas son cada vez más escasas. Los osos siguen comiendo las umbelíferas de los humedales y también van en busca de invertebrados volteando todas las piedras que encuentran a su paso. Pronto llega julio. La época de las cerezas está en su apogeo, los plantígrados no dudan en trepar por las delgadas ramas de los árboles para comer directamente sus frutos y dejar señales evidentes de su paso.
Por último, en agosto, comienza la maduración de los frutos. Los más importantes son los frutos del pudio (Rhamnus alpina) y, sobre todo, los arándanos, que constituyen el alimento básico de esta estación. Cada oso necesita consumir diariamente unos cuantos miles de estos frutos del tamaño de un guisante para cubrir sus necesidades energéticas. ¡Es una gran oportunidad para disfrutar de largas observaciones!
Los osos comen principalmente avellanas desde finales de agosto hasta finales de septiembre.
En septiembre, además, puede oírse la berrea de los ciervos. Se trata de una excelente ocasión para observar y fotografiar a estos animales en un impresionante entorno alpino. A menudo los lobos aprovechan la vulnerabilidad de los ciervos en esta época del año para cazarlos.